En esta zona, son muchos los recursos proporcionados por el río Miño, tales como la lamprea y el salmón. En este tramo de río existía una barca de paso hacia la localidad portuguesa de Lapela, mencionada en un foro en 1516 con el nombre de Redonda, Arredonda o Gedán. Era propiedad del Cabildo de la Catedral de Tui, citándose los límites de su actuación: “desde sabrreygo do Arneiro que parte co alfoz de Salvaterra fasta o regato que ven da fonte do Porto”.
Esta barca se mantiene en el tiempo. A mediados del siglo XVIII se recoge información de un barca de paso a la localidad de Lapela, la mitad gallega pertenecía a la Encomenda de Beade y la otra a la Cámara Municipal de Monçao que la tenía aforada a la Casa de “Piedradeagua”, de los Araujo y Sotomayor, señores de Parderrubias. Transportaban pasajeros, carros de pescado y caballerías.
En el monte Mirón, cuyo nombre algunos estudiosos derivan del rey suevo Miro, se han localizado numerosos vestigios de un asentamiento, presumiblemente de esa época.
Enfrente, en la orilla portuguesa del río, se levanta la Torre de la Lapela, por lo que en los momentos de conflicto entre las coronas castellanas y portuguesas, Porto fue un lugar estratégico. En el siglo XVII se construyeron una atalaya defensiva de las que, en la actualidad, no se conservan restos.
Hasta el segundo tercio de siglo XIX Porto perteneció a la Encomenda de Santa María de Beade (Ribadavia), que estaba bajo el dominio de los caballeros de la Orden de Malta.
Cuando se produce el reparto de los ayuntamientos en el siglo XIX, los vecinos de Porto presentan una reclamación para segregarse del ayuntamiento de Salvaterra y unirse al de Salceda. Afirman que la distancia existente desde su parroquia hasta el centro de Salvaterra es mucho mayor que a Salceda y que para ir hasta Salvaterra debían de cruzar el puente de A Fillaboa, que en los meses de invierno estaba, en muchas ocasiones, intransitable. Tras consultar con todas las partes implicadas, no se concede a petición de los vecinos.
Tradicionalmente, se asocia esta parroquia con el cultivo de viñedo, ya que sus suelos son idóneos para el desarrollo de este cultivo. Así, existe un dicho popular que dice: “o viño de Porto quita o mal do corpo”, lo cual refleja la calidad de sus caldos.
Iglesia Parroquial de San Paulo de Porto
Pazo de San Amaro
Capilla del Pazo de San Amaro
Cruceiro bajo baldaquino metálico de San Paulo de Porto
Cruz alta do Mirón
Peto de ánimas da Praza
Peto de ánimas do Carballiños