Fillaboa es un pazo histórico cuya finca ha permanecido indivisible a lo largo de los siglos siendo una de las fincas más grandes, bellas y antiguas de Galicia y la única que, por sus especiales características, pertenece a la Asociación Grandes Pagos de España. Tras los 1.600 metros del grueso muro de piedra que protege la propiedad, se esconden además de los viñedos, la bodega y un espectacular pazo señorial reconstruido. Está ubicada en Salvaterra de Miño, en la frontera con Portugal junto a los ríos Tea y Miño y pertenece a Masaveu Bodegas desde el año 2000. Un paisaje de impactante belleza en la DO Rías Baixas y lleno de historia donde la tierra se cultiva en armonía con la naturaleza.
50 hectáreas de viñedos de uva albariño plantados en ondulantes laderas conforman la finca de Fillaboa que comprende un total de 74 hectáreas repartidas en 12 pagos diferentes. Los suelos ricos y el clima atlántico, con suaves temperaturas por la cercanía del mar, hacen de Fillaboa un lugar privilegiado para el cultivo de la uva autóctona, la variedad albariño.
Hija Buena
Cuenta la leyenda que en los orígenes de la finca Fillaboa, que se remontan al siglo XIX, la hermosa hija de un conde, humillada por sus hermanas por la envidia que sentían, se convirtió en la heredera de las mejores tierras que disponía su padre. Su buen hacer tuvo el merecido reconocimiento, admiración, amor y ternura de un padre justo, de ahí el nombre de la Finca, Fillaboa, en gallego; hija buena, en castellano.