Fue la residencia que Pedro Álvarez de Soutomaior, “Pedro Madruga”, mandó construir en la zona más alta de la fortaleza. De la edificación original sólo se conservan los basamentos, sobre los que se levanta la actual casa de principios del siglo XX.
Hoy en día, y junto con el Castillo de Doña Urraca, conforma el espacio expositivo del Museo da Ciencia do Viño do Condado do Tea- D. O. Rías Baixas.